Vivir la Iglesia es Vivir a Dios

Vivir la Iglesia es Vivir a Dios

 Autor: Alan Josué Saldaña García.        Fuente: www.EducarEsAmar.com
Contacto al autor: asaldanag@EducarEsAmar.com

 Dios no ha querido quedarse con nosotros solamente 33 años, Dios ha decidido permanecer con nosotros para siempre. Vive hoy entre nosotros, en cada cosa, en cada lugar, momento, instante, sitio. Dios vive en ti, para ti y por ti.

Dios se ha quedado, se encuentra presente de forma real, no simbólica,  en la  eucaristía, en el vino y en el pan, tal y como se lo dijo a sus amigos en la ultima cena, hoy en día permanece en cada eucaristía vive y entra en nuestros corazones, vive dentro de nosotros, es visible en cada rincón de nuestro mundo y universo, sólo basta ver a los pequeños animales, a las aves, se expresa en la misma capacidad humana de crear, de descubrir, de hacer,  de lograr.

La Iglesia católica continua desde el primer día en que fue instituida por Jesucristo con la verdad, con la fe, con la tradición y Palabra de hace más de 2000 años. Tal y como fue dicha por Jesús a sus apóstoles, quienes a su vez la han llevado por el mundo, y la han pasado a sus discípulos, nuestros primeros padres cristianos, Nuestros Padres de la Iglesia.

Más de 2000 años en llevar a Dios, en vivir a Dios, en orar por el mundo. Por todos. Somos universales, para pobres, ricos, sanos, enfermos, no importa la cultura, el país ni la nacionalidad, no importa la lengua ni el idioma porque nos une el idioma universal del amor, de Dios.

Hemos dado al mundo, la creación de la universidad, hemos sido los primeros investigadores, abierto al mundo la búsqueda de lo que nos rodea. Somos la institución más activa, amplia y caritativa del mundo.

Hemos tenido caídas, fallas, errores, pecados. Pero han sido errores humanos, que no han destruido  nuestra Iglesia, porque la Iglesia es la comunidad de Dios, es su pueblo. Más de 1400 millones de seres humanos. Que juntos pecadores y santos, nos unimos a rezar nos abrazamos en una sola comunidad con el mismo ideal llegar un día a estar a lado de nuestro Padre, a vivirlo profundamente, a ser santos en su plenitud, a vivir realmente el amor real.

El catolicismo, no es una iglesia más del mundo, no es una opción comercial, es la Iglesia fundada por Dios, que no busca adaptarse al mundo actual, busca adentrarse al mundo actual y permanecer firme a la verdad de Dios, a su Palabra, al amor.

Vivir nuestra Iglesia es vivir a Dios, porque cada acto, cada sacramento, cada domingo y celebración, son un acercamiento real y fundado por Dios mismo, para seguir entre nosotros, para poder tocarle, verle, experimentarlo.

 No son actos sociales, populares ni motivos de fiestas o celebraciones humanas, son una unión de Dios con sus hijos. Desconocer ello, el no adentrarse a lo que Dios nos ha dejado, es alejarse de Él mismo, es desconocerle, es el no buscarle. No es una convicción ajena, no es una cultura, costumbre o tradición familiar el catolicismo, es la vivencia de Dios, es la entrega total de Dios a nosotros. Es el vivirle, el amarle y el ser amados por Él.

Contacto al autor: asaldanag@EducarEsAmar.com

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